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Naucalpan, Estado de México, Mexico
♆ Dirigido a público en general, con temas seleccionados para el bienestar de la salud emocional, el desarrollo humano y la familia. También a la comunidad de mujeres con ENDOMETRIOSIS.Quisiera aportar, por este medio y contando con mi preparación académica, así como con mi experiencia de vida, y laboral, algo que pudiera ayudar a mejorar la calidad de vida de quien lo lea. Servir de orientación para quien desée realizar cambios positivos, o para buscar el apoyo adecuado en el momento que se requiera. PARA TODA PERSONA INTERESADA EN SU CRECIMIENTO PERSONAL.

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lunes, 1 de julio de 2013

EL PUENTE – Por: Laura Fernández Torrisi


Hay momentos en los que nos sentimos como si estuviéramos parados en medio de un puente. En ese punto donde no hay regreso ni podemos avanzar. Estamos detenidos ahí, sujetos por el miedo a decidir, por el miedo a lo que podría pasar. Somos presos de nuestros pensamientos catastróficos, de la imaginación y de un tiempo y un lugar que no existe, el futuro incierto.

Es ese punto donde de un lado se queda lo conocido, confortable, lo que debemos dejar para crecer, para seguir adelante, y en el otro extremo hay algo nuevo, algo que no conocemos… A lo mejor una meta, un sueño, un deseo… Pero lo que sea, es desconocido.
Quisiéramos que nuestra vida cambie pero casi sin nuestra intervención, como por arte de magia. Quisiéramos a demás que este cambio se diera de manera segura, tangible, previsible, sin tanto riesgo y con poca responsabilidad de nuestra parte. Nos gustaría llegar a lo nuevo, sin tener que elegir (elegir implica perder). Tener una visión panorámica, de lo nuevo para entonces saber si es bueno o no, tener la certeza del resultado antes de elegir. No queremos correr riesgos.
Queremos también que otros decidan por nosotros asumiendo la responsabilidad de nuestra vida, arrogándose ese derecho y esa obligación.

Hay también quien suele recurrir a todo tipo de adivinaciones, cartas, horóscopos, oráculos… Buscando la respuesta, la señal inequívoca, infalible para “evitar” el tropiezo o la caída, en lugar de escuchar su voz interior, su inagotable sabiduría. Sin buscar en los caminos de ese mapa que es la experiencia vivida.
Estamos en un momento donde la sociedad exige perfección, todo debe salir bien, verse bien. “No hay nada” que una cirugía estética, un cambio de look, la ropa de buena marca, el coche último modelo o los viajes no puedan “solucionar”. Todo tiene que salir bien, y repetimos experiencias anteriores “tal cual” para que no haya errores. Mismo viaje, mismo camino, mismo acompañante… todo igual… y aún así, será diferente esta vez…
Tenemos libre albedrío, poder de decisión y decidimos no decidir. Nos quedamos parados en medio del puente. Pero no nos quedamos solos, estamos rodeados de temores, nos acompaña el miedo. 
  • Miedo a perder cariño, cercanía, aceptación, al cambio, a la opinión de los otros, a su reacción.
  • Miedo a perder el control
  • Miedo a perder la ilusión, a que se acabe el sueño, a que la fantasía se haga realidad. 
  • Miedo a no ser suficiente, a no ser “tan bueno” como los demás o a no cumplir las expectativas de otros. 
  • Miedo a la exigencia del medio o nuestra auto exigencia.
El miedo no se suelta, se afronta, se atraviesa. Solo nosotros podemos avanzar en ese puente movedizo y aún con el viento en contra, ese viento que nos pega en la cara, se burla de nosotros, nos empuja hacia atrás a cada paso que damos y aún así seguir adelante. Al principio, alguien puede guiarnos, o extendernos una mano al final… Pero la decisión de atravesar y cómo hacerlo es nuestra, nadie puede decirnos como ni mucho menos hacerlo por nosotros.
Solo quien está ahí parado puede avanzar hacia adelante venciendo el viento, los resbalones, los tropiezos y caídas para llegar al otro lado. Es un trabajo individual.
Tenemos que aprender a caminar solos en algunos tramos, a desapegarnos, a soltar lo que ya no nos aporta nada. Soltar por el hecho en sí y no porque tengamos una mejor oportunidad o algo que reemplace lo viejo. Es suficiente razón ya no poder sostener una situación y no querer seguir atados a ella. 
Tenemos que aprender a crear nuestros propios caminos sobre la marcha PORQUE ASÍ LOS ESTAMOS CREANDO, por eso no podemos tener una visión futura, panorámica antes. Cada decisión y elección va cambiando el rumbo y aún así, hay quien no toma el riesgo porque teme al fracaso ¿Cómo se puede fracasar cuando se tienen tantas posibilidades de rectificar y cambiar nuestros camino en cualquier momento?. Nuestro aprendizaje tiene que ver con la confianza y la fe de que al final del puente, siempre habrá algo nuevo esperando por nosotros y ese algo que no conocemos y tal vez no sea lo que esperamos será para nuestro bien superior.

Según la Ley del Desapego (D. Chopra), la búsqueda de la seguridad y de la certidumbre no es más que un apego a lo conocido y lo conocido no es más que la cárcel del condicionamiento pasado. La incertidumbre, el vacío, es el terreno fértil de la creatividad y la libertad, es adentrarse en lo desconocido en cada momento de nuestra existencia. Lo desconocido es el campo de todas las posibilidades, siempre frescas, siempre nuevas, siempre abiertas a las nuevas manifestaciones. Sin incertidumbre y sin lo desconocido, la vida no sería más que la repetición trillada de recuerdos gastados. Nos volvemos víctimas del pasado, y nuestro verdugo de hoy es el yo que nos queda en el ayer.

Desconozco el autor de este breve texto que guardé hace algún tiempo y dice:

Reír es correr el riesgo de parecer tonto.
Llorar es arriesgarse a parecer sentimental.
Acercarse a otro ser es arriesgarse a comprometerse.
Mostrar emoción es arriesgar que se te conozca.
Someter a la gente tus ideas y sueños, es ponerlos en riesgo.
Amar es correr el riesgo de no ser correspondido.
Vivir es arriesgarse a morir.
En toda esperanza hay el riesgo del desespero.
En todo intento, el riesgo de fracasar.
Pero los riesgos se han de tomar,
porque el mayor peligro en esta vida
es no arriesgar nada.
Porque el que nada arriesga,
nada hace...nada tiene...nada es.
Tal vez pueda ahorrar el sufrimiento y dolor,
pero a fin de cuentas, no puede aprender,
ni sentir, ni cambiar, ni crecer, ni amar, ni vivir.
Encadenado por las certidumbres será un esclavo,
sacrificará el ser libre.
Sólo arriesgando se consagra la libertad.
Por eso vive hoy, atraviesa el viento, siéntelo en tu cara, disfruta del camino que estás creando, de la aventura que la vida te ofrece, de la libertad de elección, de poder apartarte de lo que ya no te puede hacer crecer, sin tener que esperar a que algo lo reemplace, ni a que alguien te de la oportunidad que tú y solo tú puedes crearte a ti mismo corriendo el riesgo, en el aquí y el ahora creando tu propio puente SOBRE LA MARCHA.


Laura Fernández Torrisi

4 comentarios:

Proyectotal dijo...

Excelente!

Psic. Laura Fernández Torrisi dijo...

Gracias!

Unknown dijo...

Laura...Un 3 de Julio del 2013 tu Alma te indicó que tomaras un lápiz y un papel. Y volcaste en él bellos pensamientos. Y ese Puente es un breve camino que tu tienes hacia el plano Espiritual..! Alicia Parody

Unknown dijo...

Felicitaciones. SOS un Ejemplo a seguir..! Y yo te sigo desde Siempre...! Alicia Parody