Sinti-Endo

Una expresión como: me duele “la” cabeza, divide, es como si no fuera mía la cabeza. Diferente es decir, me duelo en mi cabeza… No poseemos un cuerpo, somos nuestro cuerpo, nuestros órganos, nuestras células. A través del cuerpo experimentamos lo que somos, nos sentimos y esto es una experiencia corporal. En el cuerpo lleva impresa toda la experiencia vital desde antes de nacer y durante el nacimiento. Parte de esta experiencia se recuerda, y parte de ella, la que nos conecta con el dolor y lo desagradable, es negada, olvidada por el conciente, pero no por el cuerpo que la guarda en su estructura y en sus movimientos. Toda nuestra memoria emocional se guarda en el cuerpo, en la forma en la que nos configuramos físicamente, en la estructura corporal, en el funcionamiento de nuestros órganos, en la forma en que nos movemos, paramos… 

Nos relacionamos por dentro igual a como nos relacionamos fuera. El cuerpo habla a través de las sensaciones, emociones, sentimientos, pensamientos, movimientos y enfermedades. La aceptación y comprensión de esto nos proporciona salud, bienestar y experiencia de totalidad. El rechazo o la prohibición para vivirlo, provoca división interna y malestar. Completarnos como persona es la aceptación del cuerpo que somos. Amarnos es amar nuestro cuerpo, y amar nuestro cuerpo es aceptar la vida que se manifiesta a través nuestro, en lo corporal, como parte de un todo superior al que pertenecemos. Las emociones son movimiento del cuerpo que indican una dirección, un camino a seguir en cada momento por el organismo, a través de ella podemos saber lo que necesitamos y por tanto completarnos como personas, crecer. El cuerpo siempre nos habla, nos envía mensajes, que la mayoría de las veces no escuchamos o no entendemos. El lenguaje del cuerpo no miente, su sabiduría es sumamente confiable. El cuerpo nos dice que estamos equivocando el camino, que hay una incongruencia entre lo que hacemos, decimos y pensamos; entre lo que vivimos y lo que verdaderamente necesitamos; entre la mente y el alma.

Escuchar al cuerpo, entender su mensaje, darnos cuenta y hacer las modificaciones necesarias, los cambios de patrones, de creencias, de vida… etc. Es lo que nos lleva a nuestro bienestar, a la completud, la totalidad… El cuerpo responde… la Gestalt se completa.

(De aquí la importancia del trabajo con síntomas desde la Terapia Gestalt)

Un encuentro existencial entre dos personas. "La siento como un arte, una forma de estar presente, de estar conciente, y de contagiar al otro desde ahí. Algo de magia ocurre...")