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Naucalpan, Estado de México, Mexico
♆ Dirigido a público en general, con temas seleccionados para el bienestar de la salud emocional, el desarrollo humano y la familia. También a la comunidad de mujeres con ENDOMETRIOSIS.Quisiera aportar, por este medio y contando con mi preparación académica, así como con mi experiencia de vida, y laboral, algo que pudiera ayudar a mejorar la calidad de vida de quien lo lea. Servir de orientación para quien desée realizar cambios positivos, o para buscar el apoyo adecuado en el momento que se requiera. PARA TODA PERSONA INTERESADA EN SU CRECIMIENTO PERSONAL.

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sábado, 4 de agosto de 2012

EL MIEDO/ENOJO COMO GÉNESIS NEUROSIS/ENFERMEDAD (Entre notas y apuntes de Gestalt) - Por: Laura Fernández Torrisi


 


Cómo decía Carl Rogers, “hay tantas realidades como personas” por eso en el ser humano, nada puede generalizarse. Cada proceso es individual, único, y la forma de sentir, pensar y generar salud o enfermedad no son la excepción. Vamos conformando nuestra realidad y nuestra forma de ver y sentir el mundo de acuerdo a nuestra experiencia. Esta forma de mirar y sentir influye en todo, también en nuestros síntomas físicos.
Todos los seres humanos tenemos capacidad de afrontamiento, esto quiere decir el cómo hacemos frente a los acontecimientos, sobre todo a los adversos. Cuando los sentimientos son de tristeza, desesperanza, desamparo, enojo y miedo hay poca capacidad para resolver situaciones difíciles o problemáticas, estos sentimientos la disminuyen, y existen más probabilidades de sufrir enfermedades crónicas.
Todos los seres humanos sentimos, y todos hemos sentido alguna vez miedo y enojo, por alguna causa, y no es malo, culturalmente también se cree que no debemos tener miedo, ya que se considera hasta vergonzoso sentirlo, o es signo de perder la fortaleza, si sientes miedo, no eres fuerte… concepciones erróneas y posiblemente el origen de las fobias y los modernos ataques de pánico.
El miedo nos protege de muchas cosas, nos avisa, y es tan natural y funcional como cualquier otro de los sentimientos básicos, (miedo, afecto, tristeza, enojo y alegría) pero si hacemos del miedo una forma de vivir, ahí está el problema. Todos sentimos miedo, y el miedo se afronta.

Según palabras de la Dra. Myriam Muñoz, la persona que vive con el miedo como sentimiento de fondo, “tiene una manera de ser precavida, es temerosa de muchas cosas, vive muy autoprotegida, no le gusta tomar riesgos, es más bien pesimista, el mundo y los otros son básicamente amenazantes para su seguridad, son muy reactivos y segregan mucha adrenalina”… ¿Qué hará esto en nuestro cuerpo, con la salud?
Cuando no queremos sentir, necesitamos hacer algo para frenar la excitación, entonces contenemos la respiración y contraemos toda la musculatura necesaria para alcanzar nuestro deseo, no sentir… 
En el proceso sano, el cuerpo se convierte en fondo cuando se pasa de lo fisiológico a lo psicológico, excepto en el dolor (el cuerpo pasa del fondo a ser figura). El hombre sano siente sus emociones, el neurótico siente su cuerpo. 
Removiendo apuntes gestálticos de Perls, Naranjo, Kepner, Peñarrubia, etc. Todas las perturbaciones neuróticas surgen de la incapacidad del individuo para encontrar y mantener el balance adecuado entre él mismo y el resto del mundo. La neurosis, es el límite social y ambiental. El neurótico es aquel sobre el que la sociedad actúa con demasiada fuerza. Su neurosis es una maniobra defensiva para protegerse a sí mismo de la amenaza de ser aplastado por un mundo avasallador. La neurosis es su técnica más efectiva para mantener su balance y su sentido de auto-regulación en una situación en la que siente que la suerte no le favorece. Paradójicamente es lo mejor que se puede hacer.

El problema de la neurosis no es que no pueda manipular, sino que sus manipulaciones son dirigidas hacia la preservación y el cultivo de su impedimento, en lugar de estar dirigidas a deshacerse de él (se refuerza lo disfuncional). Si esta persona lograra aprender cómo dedicar tanta inteligencia y energía al apoyarse en sí mismo como lo dedica en hacer que su ambiente la apoye, entonces sería un éxito, estaría sana. Su capacidad para manipular es su mayor logro, su punto fuerte, y su incapacidad para enfrentar su crisis existencial es su punto flaco.
Otra reformulación de la tesis básica en Gestalt acerca de la génesis de la neurosis es que la neurosis surge si coexisten simultáneamente imperativos de índole social y personal que no pueden ser enfrentados mediante la misma acción (dos fuerzas con distinto sentido y misma intensidad, dirían los físicos). Si tanto la exigencia como la cosa exigida son aceptables, la gestalt se halla cerrada. Pero si hay una resistencia y el imperativo se ejecuta de todas maneras, (hay una pelea entre ambas) tendremos resentimiento y neurosis. 
Uno de los procesos neuróticos que se trabaja desde Gestalt es el de polaridades, por ejemplo, la parte controladora y la parte controlada, cada una le da un sentido a la otra, perro de arriba y perro de abajo, según Perls, el mandón y mandado, según Claudio Naranjo, o amo y esclavo, opresor y oprimido, fuerte y débil, bueno y malo, etc. uno es autoritario, perfecto, virtuoso y ejemplar, es la norma interiorizada, y el contexto social en el que nos movemos, es la creencia, y el “tú deberías”; el otro se muestra defensivo y adulador, se justifica y no asume sus compromisos posponiéndolos, “no puede” es víctima, está relacionado más con lo emocional, lo organísmico. 
Ambos se necesitan (no hay uno sin el otro) y uno intenta controlar al otro, poder más que el otro, así lo que hace la persona es no encarar la realidad, se deja controlar por la situación. Es una fractura de la autoregulación con el entorno. Uno es una manera de protegernos, como una autoridad creada dentro de nosotros, que quiere que seamos “buenos”, “perfectos”, el otro, responde con autocomplacencia o sabotaje. Los dos representan dos roles inútiles ante un yo ineficaz y tolerante.
La autoregulación organísmica es el antídoto de la neurosis, es la restauración de la sabiduría interna y la buena orientación externa. Perls nos remite a la autoregulación como solución de la neurosis, ya que el organismo tiene esta capacidad que no encontramos afuera, ni en lo social, ni en los otros. Nuestro organismo posee toda esta sabiduría.
El comportamiento humano está regulado por un proceso llamado homeostasis. La homeostasis es el medio por el cual el organismo satisface sus necesidades y por el cual mantiene su equilibrio. En el actuar del organismo a cada momento existe algún suceso que puede perturbar su equilibrio y, de manera simultánea y regulada por el proceso homeostático, una tendencia contraria surgiría para recuperar ese equilibrio. Tenemos la gran capacidad de hacer esto. El metabolismo fisiológico es el ejemplo más claro de la tendencia innata de cada organismo a lograr un equilibrio. Si, por ejemplo, en el curso de sus actividades el organismo consume gran parte del agua ingerida aparece la sed. De manera inmediata este organismo busca la forma de restablecer el nivel óptimo de agua en el sistema. En los organismos vivos cuando hay deficiencias o excesos el sistema orgánico los remedia. 
Las deficiencias del organismo humano no son exclusivamente de naturaleza biológica. La cultura o civilización han creado en el hombre un cierto número de necesidades adicionales que generan luchas internas (entre lo que quiero y puedo, lo que soy y quisiera ser, lo real y lo ideal, etc) Cuando este proceso falla parcialmente, y el organismo mantiene en el tiempo un estado de desequilibrio, se produce la enfermedad. Cuando el proceso homeostático falla completamente, lo que resulta es la muerte del organismo. A pesar que el principio de autorregulación no asegura la satisfacción de las necesidades del organismo, garantiza que los organismos harán todo lo posible para regularse de acuerdo a sus necesidades y a los recursos del ambiente (tendencia actualizante).
Desde un punto de vista psicoanalítico, Georg Groddeck dijo: “Que las enfermedades orgánicas, incluso la miopía, eran simplemente expresiones físicas de conflictos emocionales inconscientes. Las enfermedades tienen una finalidad. Cuando se reflexiona sobre esto, se descubre que el ser humano crea sus enfermedades, no de un modo arbitrario, sino bajo el efecto de la compulsión interna”
Siempre estamos sintiendo, es imposible no sentir, podemos somatizar lo que sentimos, regresarlo al cuerpo en vez de expresarlo, algo así como en lugar de llorar, tener gripe, ante no poder decir lo que me molesta, dolor de cabeza, y así podríamos seguir, a cada uno de nosotros, el cuerpo nos dice algo.

Dice La “Nana” Shnake: 
“El cuerpo "habla" y muchas veces "grita" a través de la enfermedad y del síntoma. Habla y grita porque el cuerpo es el único medio por el cual hay posibilidad de expresión, dado que a nivel consciente existen barreras que no posibilitan esa salida para una integración completa de mente cuerpo y emoción.

Darle voz a nuestro cuerpo, a nuestras partes internas no reconocidas es uno de los caminos para una verdadera unión con el "Ser" que somos y con nuestra "verdad". El conocimiento de uno mismo, el crecimiento personal, no puede dejar de lado al cuerpo que lo sostiene, que ha acumulado sensaciones, vivencias, sonidos, amor, recuerdos, conocimientos. Este cuerpo tiene su lenguaje. Aprenderlo implica sobre todo ejercitar "la escucha". Si escuchamos la parte de nuestro cuerpo que se queja, que duele, que no se encuentra sana, la distinguimos del resto para darle su espacio para hacerse oír. Esta parte distinguida, como puede ser un órgano no sano por ejemplo, revela una relación negativa con nosotros mismos y aspectos que nos son propios que no queremos reconocer.
En general, podemos decir que los "Darse Cuenta" producidos se mantienen y se pueden llegar a producir cambios profundos, cuando las personas están fuertemente motivadas por la necesidad o urgencia de revertir la situación actual, que es por ejemplo, el caso de las mujeres que sienten que se acerca una edad crítica y que no han quedado embarazadas. En estos casos, el trabajo con el útero les muestra características que han rechazado violentamente y que no parecen dispuestas a revertir o a ver siquiera algo positivo en ellas. Al conectarse vivencialmente con su útero y ver las cualidades que él tiene para el papel que debe desempeñar, por lo menos dejan de pelear con esas características y luego de "algún" trabajo terapéutico con su madre o con quien sienten negativo y peyorativo del hecho de ser mujer, se producen cambios caracterológicos y, frecuentemente, lo que tanto ansiaban: embarazarse."
Para concluir, creo que aún aquellas personas a las que se ha privado precozmente de herramientas como protección, aceptación, cuidado, reconocimiento, pueden adquirirlas más adelante, tal vez más lentamente, con la condición de que el medio en el que se desenvuelvan proporcione el apoyo, la nutrición y la contención necesarias en su evolución y proceso de crecimiento. Responsabilizarnos, darnos cuenta de nuestras sensaciones, estar concientes de nuestra relación con los demás y con la atención a nuestro cuerpo. Para lograr autoapoyo (finalidad de la Psicoterapia Gestalt). 
Si el sentimiento encerrado en el fondo de ti es el miedo, es necesario que tomes conciencia de la distorsión en tu forma de sentir y mirar el mundo, de sentirte y de mirarte, lo que tú vives como una gran amenaza a tu seguridad muy probablemente no lo sea, tal vez veas la vida como algo demasiado peligroso y tu reacción será igual de exagerada y desproporcionada. Es necesario reconciliarse con las partes negadas, con las personas, con la vida.
Siempre es afuera como es hacia adentro, igual atacas y te atacas. Cuanto más crece el miedo, más crece el enojo y la agresión (para “protegernos” de los otros y de nosotros mismos). Es necesario cambiar este mirar, esta percepción de la vida, aprender a responsabilizarse, a tomar riesgos, a confiar, perdonar. Pero sobretodo a AMARSE.
Escrito por: Laura Fernández Torrisi

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